¡Hola, Guapa!, Edición No. 4: Reflection, Spanish

Cómo convertirte en una supermujer con una imagen corporal saludable

¿Sabes Que?

Los estándares de belleza y delgadez extrema que se presentan en los medios de comunicación pueden llegar a afectar negativamente a las mujeres de todas las edades. La mejor forma de prevenir este impacto negativo y tener una imagen corporal positiva es aceptando orgullosamente tu cultura latina y rodeándote de ejemplos positivos a seguir.

Tu cuerpo te mueve y te lleva a lo largo del día. Muchas veces sostiene el peso del mundo: el estrés del trabajo, la escuela y la familia. La manera en la que ves a tu cuerpo es igual de importante que la manera en la que lo tratas. Tener una imagen corporal positiva y alto autoestima es igual de importante para vivir una vida feliz, que incorporar actividad física y alimentarte bien.

¿Qué es la imagen corporal?

La imagen corporal es la manera en la que te percibes a ti misma, cuando te miras al espejo o te imaginas en tu mente. Tu imagen corporal incluye lo que crees y sientes acerca de tu apariencia, tu peso, figura y altura; y cómo te sientes y controlas tu cuerpo mientras se mueve. Una imagen corporal negativa puede afectar tus relaciones y comunicaciones interpersonales, causar un autoestima bajo y desórdenes alimenticios, y en general disminuir tu salud y bienestar. Por eso es tan importante cultivar una imagen corporal positiva.

Señales de que tienes una imagen corporal negativa

  • ¿Tienes una percepción distorsionada de tu figura? ¿Percibes las partes de tu cuerpo como realmente son?
  • ¿Estás convencida de que sólo otras personas son atractivas y que tu tamaño o figura es un signo de fracaso personal?
  • ¿Te sientes avergonzada por tu cuerpo? ¿Te preocupa o te causa ansiedad tu figura?
  • ¿Te sientes incómoda y torpe dentro de tu cuerpo?

Señales de que tienes una imagen corporal positiva

  • ¿Tienes una percepción clara y verdadera de tu figura? ¿Ves las diversas partes de tu cuerpo como realmente son?
  • ¿Celebras y aprecias tu figura natural? ¿Entiendes que la apariencia física de una persona dice muy poco sobre su carácter y su valor?
  • ¿Sientes orgullo y aceptación por tu cuerpo, y te niegas a pasar una cantidad irracional de tiempo preocupándote sobre comida, tu peso y calorías?
  • ¿Te sientes cómoda y confidente en tu cuerpo?

¿En qué afecta la imagen corporal?

La manera en la que percibes tu cuerpo es compleja. Tu imagen corporal se ve afectada por muchas cosas, incluyendo dónde naciste, cómo te educaron, quiénes son tus modelos a seguir y los grupos sociales con los que interactúas y a los que te comparas. Desafortunadamente, la cultura actual de los medios de comunicación masivos tiene el poder de afectar de manera negativa la imagen corporal de las mujeres latinas. Se ha encontrado que las mujeres latinas que ven cuatro o más horas de televisión al día o pasan esa cantidad de tiempo en las redes sociales, tienen una imagen corporal inferior a la de las latinas que no lo hacen.

Los medios masivos de comunicación nos presentan ciertos valores, personas y temas que causan un “espejismo de la realidad” y el deseo de pensar, actuar y vernos de cierta manera que a menudo idolatra la delgadez y los estándares extremos de belleza. Este “espejismo” también logra que como mujeres comparemos nuestras opiniones, habilidades e identidad étnica con los atributos de nuestras comadres o personajes en los medios de comunicación. Estas comparaciones pueden ser poco saludables y causar un impacto negativo en nuestra imagen corporal.

¿Sabes Qué? Las latinas que ven cuatro o más horas de televisión al día o pasan esa cantidad de tiempo en las redes sociales, tienen una imagen corporal inferior a la de las latinas que no lo hacen.

¿Cómo ayuda nuestra identidad latina a mejorar la imagen corporal?

Nosotras las latinas somos fuertes, apasionadas y dignas. Adopta todas estas características para mejorar tu imagen corporal. Las mujeres que se identifican como latinas (las que aceptan orgullosamente su identidad étnica) describen sus cuerpos de manera más positiva y tienen una mejor capacidad de luchar en contra de los efectos negativos de los medios masivos de comunicación. Nuestra cultura latina tiene el poder de promover tipos de cuerpo de todas las edades, figuras y tamaños, lo que ayuda a remover el estigma de imágenes sexualizadas o estereotipos de los cuerpos de las latinas en los medios de comunicación.

Lo más importante es rodearte de positividad en tus entornos familiares y sociales. Tú puedes reducir la imagen negativa de tu cuerpo al rodearte con la positividad de tu familia y de tus comadres. Cuando las latinas tienen un fuerte apoyo cultural, se disminuyen los estándares de belleza y delgadez extrema, resultando en una imagen corporal saludable y positiva.

Así que la próxima vez que te mires al espejo o sientas el peso del mundo sobre tus hombros, toma un momento para recordar quién eres y de dónde vienes. Tu herencia y tu cultura han sido construidas a base de amor, tradición y apoyo; sin importar qué negatividad exista a tu alrededor. Para traer amor y belleza al mundo, debes primero amarte a ti misma y aceptar la belleza de tu cuerpo.

¡Hola, Sabrosa!, Edición No. 6: Healthy Eating, Spanish

10 maneras fáciles para comer más frutas y vegetales

Tu alimentación debe incluir una variedad saludable de frutas, vegetales, proteínas y granos integrales. Las frutas y vegetales son importantes porque añaden vitaminas y nutrientes que te ayudan a que te sientas bien durante el día. Prueba estos consejos fáciles de seguir y estarás en camino a una vida más saludable.

¿Estás lista?

Cocinar comida sabrosa y saludable nunca ha sido más fácil. Las frutas y verduras dan color, sabor y textura a tus platillos, y también añaden un poco de creatividad a tu mesa. Malena, nuestra madrina en la cocina, nos recomienda comer 3 tazas de verduras y 2 tazas de fruta cada día. Estas 10 deliciosas y sencillas opciones a continuación te ayudarán a obtener tu ración diaria fácilmente.

  1. Haz un licuado de frutas¡Los licuados de frutas son como un postre en un vaso! Mezcla hielo con frutas como sandía, melón, piña, fresas o mango en la licuadora para hacer bebidas refrescantes y deliciosas.
  1. Añade vegetales picados a tus platos principalesDale vida a tus comidas con vegetales picados y salsas. Acompaña el plato principal con un delicioso pico de gallo, salsas dulces, saladas o picantes; puedes incorporar también diferentes vegetales como cebollas, champiñones, tomates, pimientos, espinacas ya sea frescas o sofritas, y así agregar suficientes vitaminas como nutrientes en tus platos.
  1. Come ensalada verde una vez al díaEs tan fácil agregar lechuga y verduras crujientes a tu alimentación con tan sólo comer una pequeña ensalada verde al día. Una ensalada fresca con lechugas mixtas, zanahorias, tomates, cebollas verdes y pimientos es el complemento perfecto para tu almuerzo o cena.
  1. Enciende la parrillaAsar a la parrilla es una forma distinta de saborear tus verduras. Ya sea para hacer brochetas o fajitas, la combinación de elote, pimientos y cebollas con un poco de chile en polvo hará que tu comida sea muy sabrosa.

    Nosotras las Latinas, debemos comer más de 3 tazas – y para algunas, hasta 6 tazas – de verduras y frutas al día.

  1. Vegetales molidos o en puréEn lugar de usar productos lácteos o de carne para espesar tus sopas y guisados, trata de moler tus vegetales o hacerlos en puré. Zanahorias, apio, papas, champiñones, y camotes en puré o desmenuzados harán que tu platillo sea sustancioso y saludable.
  1. Añade fruta a tus postresCuando se te antoje algo dulce, usa frutas para darle color y sabor a tus postres. Añadir frutas como arándanos, peras, fresas, plátanos o manzanas a tus recetas favoritas hará que tus postres sean más coloridos, deliciosos y saludables.
  1. Intenta un plato principal vegetariano¡Deja que tus vegetales sean los protagonistas de tus platillos! Usa tu creatividad para hacer tacos, enchiladas, tostadas, burritos y quesadillas de vegetales.
  1. Disfruta de una sabrosa sopa de verdurasTodas sabemos que una buena sopita de verduras llega a calentar hasta el alma. Mezcla una combinación coqueta de pimientos, elote, calabacita, tomates, cebollas y frijoles para hacer una sopa de verduras como un delicioso plato principal o como un antojito.
  1. Prueba botanas de frutas durante el díaCuando te sientas con hambre, piensa en comer frutas: frambuesas, uvas, arándanos, plátanos, manzanas o peras, que además de satisfacer tu apetito, te darán un aumento sano de energía.
  1. Mantén tu cocina llena de frutas y vegetales frescos, enlatados y congeladosLa manera más fácil de comer más frutas y vegetales es simplemente tenerlos a tu alcance. Llena tu carrito del supermercado con frutas y vegetales frescos y no olvides incluir vegetales enlatados y congelados para asegurar que tus comidas siempre sean sabrosas y nutritivas.
¡Hola, Guapa!, ¡Hola, Sabrosa!, Healthy Family, Healthy Mexican Food, Spanish

Mamá, ¿qué le pasó a mi tortilla? ¿Por qué está café?

Durante una visita con una de nuestras comadres en De Las Mías, Laura, (no es su nombre verdadero) compartió que cuando empezó a usar la app de De las Mías hizo varios cambios saludables para toda la familia.  

Uno de ellos fue cambiar a tortillas de harina integral en lugar de tortillas de harina blanca. Estaba orgullosa de sí misma, pero le causó risa la reacción de su hijito.

Nos contó que su niño al ver la tortilla integral le preguntó, “Mami, ¿qué le pasó a mi tortilla? ¿Por qué está café?”

 

Le respondió a su hijito que las tortillas color café eran de grano integral y mucho mejores para su cuerpecito que las blancas.

El niño de Laura es inteligente porque sabe que a veces cuando hacemos algo tenemos que saber por qué. Saber por qué es un buen motivador.

Comparte los beneficios de comer alimentos saludables con tu familia. Aquí hay algunas buenas razones para comer granos integrales:

  • Los granos integrales tienen nutrientes importantes. Tienen proteínas, fibra, minerales y vitaminas.
  • La harina integral es mejor que la harina blanca porque al refinar el grano se pone blanco y se eliminan muchos nutrientes útiles para el cuerpo.
  • La harina de trigo integral contiene todas las partes del grano así que conserva todos los nutrientes.
  • Los granos integrales pueden ayudar a reducir el riesgo de las enfermedades del corazón, infartos, diabetes tipo 2 y cáncer colorrectal y mucho más.
  • Los granos integrales pueden ayudarte a mantener un peso saludable.
  • Los granos integrales contienen mucha fibra. Comerlos es una manera fácil de agregar más fibra a tu dieta. La fibra te ayuda a digerir la comida y es buena para el estómago.

Aquí hay algunos granos integrales que puedes agregar a tu nueva manera de comer mejor:

  • Tortillas de trigo 100% integral. (¡Qué vivan las brown tortillas!)
  • Panes de trigos 100% integrales. (Busca que diga “whole grain” y “100% whole grain” como el primer ingrediente)
  • Pasta de trigo integral
  • Avena
  • Maíz de grano integral.
  • ¡Tortillas de maíz azul!
  • Palomitas. (¡Eso! ¡A los niños les encantan las palomitas!)
  • Quinoa. (Le dicen el oro de los incas por su valor nutritivo.)
  • Arroz integral
  • Arroz silvestre (Wild rice en inglés)

¡Busca recetas de granos integrales en la sección de La Cocina en De las Mías!

¿Tienes recetas de granos integrales para compartir con nosotras? ¡Envíanoslas!

¡Unidas para una vida saludable!

¡Hola, Guapa!, ¡Hola, Sabrosa!, Edición No. 8: Healthy Habits, Spanish

¡A comer bien en 9 pasos!

En De Las Mías, creemos que la moderación es clave para una mejor manera de comer. Por eso adoptamos la filosofía “un poquito de todo” y así disfrutar de todo un poco. Nuestra nutrióloga, Malena, diseñó un plan para comer saludablemente, dándote las herramientas necesarias para comer bien y saludablemente.

Un plan para comer saludablemente y ayudarte en alcanzar una vida moderada.

  1. Un poquito de todo. Come poquito de todo. Cuida el tamaño de tus porciones. ¿No estás segura cuál es la porción correcta? Mira nuestra gráfica informativa “¿Qué es una porción?

 

  1. ¡Tantas frutas y verduras! Come más de éstas. Que sea tu meta comer hasta cinco frutas y verduras al día. Adelante. ¡Empieza con tres! ¡Y agrega más poco a poco! Busca la “Ensalada de pavo con tostadas” de Lori. ¡Si te comes esta ensalada deliciosa, estarás a la mitad de tu meta de cinco frutas y verduras al día!

 

  1. Cambia a granos integrales.Come más pan y pasta de harina integral. Come tortillas de maíz y de harina integral en lugar de las de harina blanca. Prueba otros granos, como la quinoa. Haz clic aquí para la “Ensalada de quínoa” de Lori. ¡Riquísima!

 

  1. Los chicharrones son muy traicioneros. Reduce tu consumo de grasas trans y saturadas. (¡No importa cuán encantador se vea, el chicharrón no es tu amigo!) Elige el aceite de oliva o de cártamo en lugar de la manteca de cerdo. Come carnes más magras, como pollo o pavo. Quítale el cuero al pollo y córtale la grasa al puerco. Usa pavo molido en lugar de carne de res molida para tacos y otros picadillos. Haz clic aquí para el delicioso “Chorizo de pavo” de Lori. (Nadie notará la diferencia).

 

  1. ¡Queso bajo control! Adoramos los quesos… pero con medida. Cambia los quesos de leche entera y de mucha grasa por los de leche baja en grasa y por quesos como el mozzarella/Oaxaca o el queso fresco.

 

  1. ¡Aguas con la sal! Cuida la sal y el sodio en tu dieta. Evita agregarle más sal a tu comida. Lee las etiquetas de comida empaquetada para ver cuánto sodio contienen.

 

  1. ¡Gánale a la chatarra! La comida chatarra no es saludable ni para nuestros hijos, ni para nosotros. Evítala.

 

  1. Cuidado con los dulces. Reduce tu consumo de dulces y azúcares y bájale a la cantidad de alimentos con azúcar adicional.

 

  1. ¡Agua! Bebe agua en lugar de refrescos y otras bebidas azucaradas. Hazte tus propias deliciosas aguas frescas con frutas y verduras.Haz clic aquí para nuestra receta de “Agua de pepino.” ¡Es súper refrescante en un cálido día de verano!

¡Es tu turno, comadre! Sigue este plan todos los días. ¡Comienza a comer mejor y conviértete en una super-mujer saludable!

¡Hola, Sabrosa!, Healthy Body, Healthy Family, Spanish

Control de las porciones: En tus manos

En De Las Mías sabemos que la moderación es una de las claves principales para vivir una vida saludable. Por eso tenemos nuestra filosofía de “Un poquito de todo”.

Un paso importante que debemos tomar para vivir una vida más moderada y saludable es reducir el tamaño de las porciones de comida que nos comemos.

Muchas veces ni nos damos cuenta de la cantidad de comida que comemos. Controlar el tamaño de las porciones es fácil si uno sabe cómo. Este dibujo explica el tamaño de las porciones y te ayuda a ser más moderada cuando te sirvas comida.

Aquí hay un dibujo que te explica el tamaño de las porciones:

Clave:

  • 3-4 oz. Tres o cuatro onzas = tamaño de la palma de tu mano (Esta porción funciona para medir carne, pescado, pollo, etc.)
  • 1 teaspoon (en inglés) es una cucharadita cómo la que usas para el café (Esta porción funciona para medir aceites, mantequilla, mayonesa)
  • 1 oz. – Una onza = tamaño de tus dos manos formando un hueco (Para medir tortillas, panes, galletas)
  • 1-2 cucharadas = tamaño de tu dedo pulgar (Esta porción funciona para medir mantequilla, aceite, crema, aderezo para ensaladas, queso fresco)
  • ½ taza = tamaño de una mano ahuecada (frijoles, arroz, papas, pasta)
  • 1 taza = tamaño del puño cerrado (sopas, frutas, verduras, ensalada)

Es fácil aprender sobre el control de porciones cuando adoptas nuestra filosofía de “Un poquito de todo”. Utiliza este dibujo de control de porciones como guía cuando necesites que alguien te de una mano.

¡Hola, Sabrosa!, Edición No. 6: Healthy Eating, Spanish

Así que la cocina no es lo tuyo…

Ya descubrimos tu secreto. No eres tu abuelita, tu madrina o tu tía. No eres tu mamá. No sabes de sofritos ni de frittatas. No eres cocinera, ni te gusta cocinar. Eres una chica que vive de prisa.

Yo te entiendo. ¡Aquí está mi historia!

 

Mi mamá se emocionó cuando le dije que mi nuevo novio de San Francisco nos visitaría el fin de semana. ¡Ya le había hablado mucho sobre él! Que era maravilloso, que era muy gentil y ¡que era latino! Ella, como toda mamá leona, se moría por conocerlo. “¿Cuándo llega Alex?”, preguntó.

“Mañana”, dije yo.

“Ya no aguanto, quiero conocer a este muchacho. ¡Es tu primer novio latino, mija! Esta es una ocasión especial.”, dijo.

Le di una de esas miraditas y le dije que le bajara un poquito al entusiasmo.

Entonces dijo: “Está bien, lo siento, pero… ¿necesitas alistar la casa? Puedo ir y hacemos una limpieza ‘relámpago’ y en dos horas máximo, queda listo tu departamento”.

Y claro, ¿quién soy yo para rehusar tal oferta? Así que le dije: “Claro, mamá, ven como a las 10, mañana”.

Tenía razón ella. Limpiamos como locas y lo hicimos en menos que te cuento. En eso, a media limpieza, me preguntó: “¿Tienes algo de comer? Ya me está dando un poco de hambre”.

Este…pues,…no. No tenía nada para comer. Bueno, decirlo suena poco. Cuando mamá abrió el refrigerador, sólo encontró un pedazo de pastel de chocolate mordisqueado y una botella de champaña sin burbujas. Bueno, también había un poco de queso mohoso y un aguacate podrido.

“¡Ay, Virgen santísima!”, gritó.

“Pensaba ir a la tienda antes de que él llegara”, le dije. “Casi no he estado aquí durante la semana, mami.”

“¿Ni jugo de naranja? ¿Ni una barra de pan, Sari? ¿Cómo es posible?”

“No tengo mi refri repleto de comida, mami, ya sabes que no me gusta cocinar”, le dije.

“¡Está bien, está bien!” dijo, levantando los brazos al aire. “No debo entrometerme.”

Y todos sabemos que ya estás en líos cuando te dicen: “No debo entrometerme”.

Mami salió al mercado y retacó el refri e intentó que aparentara yo ser perfecta. Hasta compró tomates, cebollas y chiles verdes.

“Vamos a engañarlo, que piense que sabes preparar un sofrito”, dijo, medio en guasa.

Eso fue hace un par de años, antes de que Alex y yo nos comprometiéramos y luego, nos fugáramos. ¡Te reporto felizmente que Alex es un gran cocinero! Prepara un delicioso bistec de pollo y cocina la mayoría de nuestras comidas en casa. Bueno, yo le ayudo. Soy su asistente, A VECES.

Ya que nos casamos y arreglamos nuestra casita, me interesó más la cocina. No mucho, nomás poquito. Como para prepararnos algo una o dos veces por semana. Así que empecé con poquito y ahora ya tengo un repertorio creciente. Aquí hay unas recetas que mi Tía Lori (la chef de De las mías y la mera mera para la cocina) me puso a practicar, ¡y ahora son mi especialidad!

Salsa de Frijol Negro con Totopos
Ensalada de pollo con totopos
Chilaquiles con Chorizo y Huevos
Posole de Sari la Floja
Taquitos de Atún

¡Buen Provecho!

¡Hola, Guapa!, ¡Hola, Sabrosa!, Spanish

Sobre todo delgada

Una carta de la fundadora de De Las Mías, Ana Consuelo Matiella

La otra noche, ya tarde, no podía yo dormir, así que decidí poner el Netflix. Ya que tenía ganas de reírme un poco, busqué una lista de comediantes mexicanos e hice clic en Ricardo O’Farrill. ¡Qué chistoso! Me reí a carcajadas. Cuando empezó a burlarse de los judíos, me incorporé en la cama y pensé: “Oh-oh.” Su chiste judío, el que escuché, no era terriblemente ofensivo, si bien recuerdo era sólo burlándose de la forma en que los judíos pronuncian el español. Bueno, me dije, eso no está tan mal. La risa es un liberador de estrés, así que seguí viendo. Muchas palabrotas y maldiciones, pero, bueno, eso también puede ser gracioso, ¿no? Soy de Sonora. Te puedo decir palabrotas hasta la coronilla. Tengo primos que no pueden hablar si no dicen alguna versión de chingar. Parecía que O´Farrill estaba leyendo el diccionario llamado “El Chingonario”, el cual tengo en mi estante en este mismo momento. Fue un regalo de otro primo, uno de Magdalena, Sonora. Así que seguí viendo. Estaba risa y risa cuando empezó con los chistes de las “gordas”.

“¡Ja, ja, ja!” reía el público. Se reían de los chistes de las gordas, de cómo les vibraba la grasa cuando bailaban en el antro, de qué chistoso era que las gordas, por gordas, no iban a acostarse con nadie después de la fiesta. Le dirigí algo del Chingonario, le menté la madre, y me salí del canal.

O’Farrill, siendo tan chistoso, me trasladó a mi niñez y al recuerdo de todos los chistes que tuve que aguantar siendo una muchacha gordita y grandota en Nogales, Arizona. Me trasladó a mi mamá, y a la foto que tengo de ella con una falda negra y un suéter amoldado a su figura. Se está inclinando como Ava Gardner contra la rústica pared de nuestra salita de tele, fumando un cigarrillo. Tan sexy, mi mamá. Recuerdo el haberla ayudado a quitarse la faja en la noche cuando ella y papá regresaban de alguna fiesta. Era color carne y con varillas. Mi mamá nunca fue gorda. Nunca tuvo que oír chistes de “gorda” refiriéndose a ella. Era hermosa y, sobre todo, delgada. Tenía un dicho que usaba para expresarles a las mujeres que les estaba yendo bien. Si se topaba con alguien en el mercado y se lo platicaba a mi tía, decía algo como: “Me encontré a Chalita en la tienda”. Mi tía respondía: “¿Y cómo anda estos días?” Y mi mamá contestaba: “Ah, está bien, y sobre todo, delgada.” Eso siempre remataba la conversación, sobre todo delgada.

Mi mamá nació en 1932, en México. Ella era ya una mujer adulta durante la Segunda Guerra Mundial. Tenía historias de cómo controlaban las cantidades de medias de seda y que las atesoraba como joyas. Vestía siempre a la última moda. Le importaba tanto cómo se veía que hasta sufría por ello. Era hermosa, tenía estilo, y era sobre todo, delgada. También era bulímica. Tenía receta médica para unas píldoras de dieta que en ese entonces se llamaban “Black Beauties” (Bellezas negras).

Mi mamá tenía un problema psicológico alimenticio generado por su deseo tan profundo por ser delgada, pues para ella eso significaba que era de valor.

Ella y O’Farrill compartían la misma opinión, con la excepción de que ella no se hubiera reído de los dolorosos chistes de O’Farrill. A ella le hubiera dado tristeza que ese tal O’Farrill quizás estuviera haciendo burla de su hija, aun siendo que la alimentaba con bistec y nada de carbohidratos. Como O’Farrill, mi mamá quería que sus niñas fueran delgadas. El tener una hija rechoncha no le caía en gracia, le molestaba.

Trató de ponerme en muchas dietas variadas. Sabía un poco sobre la dieta sin carbohidratos. Gracias a la revista Vanidades, Atkins ya era una palabra importante en nuestra casa en 1965.

Mirando atrás, creo que el doctor le estaba dando tratamiento para su bulimia – atascarse y purgarse – con Bifetamina, llegando a la conclusión de que si no tenía hambre, no se atascaría de comida. Pero cuando la Bifetamina le dio temblorina, le recetó Valium. Era un caso típico de la época, a mi mamá le hubiera ayudado mucho ver a un buen terapeuta, pero en cambio le dieron pastillas para resolver sus problemas. Nunca estuvo gorda, y para mi mamá, eso era lo más importante, por sobre todo.

Así que un día, cuando yo tenía como 15 años y vio que se me pegaba demasiado la ropa, me dijo: “Ya no comas pan.” No más pan ni tortillas para mí.

Esta fue mi primera dieta para perder peso:

Desayuno: un huevo duro y lo que ella llamaba “pan de dieta.” (Que sabía un poco a cartón)

Almuerzo: Se suponía que tenía que comer apio y zanahorias, pero descubrí en la prepa el puesto de “El Charrito”, con totopos y Coca Cola… (El Charrito era un señor ciego que vendía comida chatarra a los chicos en su bicicleta adaptada para esto. Tenía visión a futuro.)

Cena: Un bistec y ensalada. Sin aceite. Sólo vinagre. Una pera o manzana de postre.

Miren, no era una dieta espantosa, ¿verdad? Yo la entiendo. Ella quería que yo fuera atractiva y sobre todo delgada. Sus intenciones eran buenas, ella lo hacía para ser buena mamá y protegerme de chistes de gorda y de ropa que nunca me quedaba. Lo entiendo, pero también me comunicó este mensaje a edad muy temprana: Una mujer vale más si está delgada.

Ahora tengo 65 años y he probado muchísimas otras dietas. Como educadora de la salud, he avanzado mucho. He cambiado de la postura de estar a dieta al aprendizaje de cómo comer en una forma saludable. Me tomó años de dura labor el darme cuenta que mi valor, mi confianza en mí misma, el poder y el amor propio no están determinados por cuán delgado o gordo está mi cuerpo.

Quizás piensas que el problema que tenía yo hace 50 años ya se desapareció, y que todos hemos evolucionado y ya no pensamos que el valor propio de una mujer ya no está basado en cuánto pesa. ¡Pero, chihuahua, esto sigue presente! Esta forma cruel y distorsionada de definir el valor propio de las mujeres continúa aquí. O´Farrill, un hombre mexicano de la modernidad, tiene un público carcajeándose porque la gente todavía se burla de las gordas en los chistes. Y hay algo que está muy mal con eso.

Fundé De las mías porque quiero que las mujeres latinas sean personas saludables, poderosas y seguras de sí mismas. Y claro, porque quiero que nos expresemos nuestro cariño, nuestra belleza y femineidad. En De las mías, creemos que podemos aprender a amar, a nutrir y a cuidar de nosotras mismas y nuestros cuerpos sin continuar ese enfoque extremo en la delgadez. De las mías se enfoca en estar saludable y adoptar nuevas conductas que resultarán en una vida más plena, basada en la salud.

Yo no quiero que tú seas “sobre todo, delgada”, quiero que seas ¡sobre todo, saludable y poderosa!

¡Unidas por una VIDA SALUDABLE!

¡Hola, Guapa!, Edición No. 7: Change, Healthy Comadres, Healthy Family, Spanish

Encontrar una actividad física que te traiga alegría

Recuerdo cuando mi mama iba a cumplir 50 y atravesaba por los cambios de esa edad. Un día llegó a la casa y me dijo: “¡Mija, el doctor dice que tengo que empezar un programa de ejercicio! ¡Ay Dios! ¡No puedo hacer todo lo que tú haces! ¡Moriré!” Yo estaba a punto de recibir mi título en fisiología del ejercicio y estaba muy entusiasmada en ayudarla. Así que empecé a explicarle cuál era la razón por la cual ella necesitaba ser activa y cómo esto ayudaría a su cuerpo. “Mami, no necesitas correr un maratón o ser levanta-pesas para estar saludable. El propósito de la actividad física es para mantener nuestros corazones en forma y bombeando oxígeno, mantener nuestros músculos fuertes y mantener nuestras articulaciones saludables. La única forma de lograrlo con movimiento, pero no se necesita convertirse en un atleta superestrella, para nada. Puedes hacer cosas como caminar a la tienda en lugar de manejar. Estirarte mientras ves la tele o tal vez podemos conseguirte una bici estacionaria. Podríamos plantar un jardín con flores y verduras en el patio de atrás y mantenerlo sería parte de tu ejercicio.” Me dijo: “Bueno, ¡estoy lista para comenzar!” Y le dije: “¡Súper! Yo seré tu compañera de ejercicio–es mejor cuando se entrena con un amigo.” Empezamos escribiendo sus objetivos para esa semana en un diario de sesiones de ejercicio. “Mira, aquí están tus objetivos para cada día, y aquí escribes cuando lo completes para poder tener un registro de tu progreso”, le dije. Le enseñé que tenemos que empezar poco a poco para permitir que sus ligamentos y tendones se fortalezcan y evitar lesiones. Después de eso, empezamos a trabajar en el corazón y le recordé que la única forma de ejercitar el corazón es con ejercicio aeróbico, así que lo único necesario es incrementar el pulso del corazón… Nuestro objetivo, a la larga, eran 150 minutos de ejercicio aeróbico por semana, así que empezamos con tres sesiones de 30-minutos por semana y ella escogió sus actividades favoritas: bailar y caminar. “Después, mami,” le dije, “podemos conseguirte una liga de resistencia para poder empezar ejercicios para fortalecer tus músculos. Por ahora, sólo recuerda esta cosa importante.” “¿Qué cosa, mija?” “¡Diviértete!” Y tras 12 semanas, pudimos ver una gran diferencia.

¡Hola, Guapa!, Edición No. 1: Getting Started, Healthy Body, Healthy Comadres, Spanish

¡Comienza a vivir una vida sana y saludable! Es más facil de lo que piensas

¡Es nuestro placer darte la bienvenida a la primera edición de la revista – ¡De Las Mías!

Cada edición presenta artículos y recetas para inspirarte e informarte en cómo llevar una vida saludable.

Para empezar, aquí encontrarás algunos artículos que te ayudarán a ponerte en acción:

 

La moderación es la clave a la vida saludable. Esto lo sabemos por propia experiencia. ¡Anímate y anima a tus comadres! Es mucho más fácil de lo que piensas.

¿Estás lista? ¡Vamos, pues!

 

¡Hola, Guapa!, Edición No. 1: Getting Started, Spanish

¿Lista para empezar? ¡Órale, pues!

Los cochinitos, empanadas y tamales navideños ya se fueron de largo. Los pantalones ajustados te hacen sentir como un chorizo, y te sientes motivada y lista para empezar el año nuevo con una explosión de ideas saludables.

La investigación acerca del cambio nos dice que muchas personas no tienen éxito haciendo cambios saludables porque, simplemente, no están listas. Estar listo para implementar un cambio es una clave para el éxito.

¿Quieres saber si estás lista para hacer un cambio saludable? Creamos este cuestionario de Cierto/Falso para ayudarte a descubrirlo:

  1. Cierto o Falso: Llevo por lo menos un mes pensando en hacer algunos cambios saludables.
  2. Cierto o Falso: Identifiqué un pequeño cambio que quiero hacer.
  3. Cierto o Falso: Hacer este cambio me hará sentir mejor sobre mí misma.
  4. Cierto o Falso: Intento iniciar este cambio dentro de los próximos 30 días.
  5. Cierto o Falso: Sé que tal vez tomará tiempo perfeccionar este cambio, pero estoy decidida a seguir intentándolo.

Si contestaste “Cierto” a tres o más de estas, ¡felicidades! ¡Estás lista para realizar un cambio! Haz clic aquí para explorar cómo De las mías te puede ayudar a ser más feliz y saludable.

Si respondiste “Falso” a tres o más, probablemente no estás enteramente lista para iniciar el cambio. No hay problema, ¡sigue leyendo y explora De las mías! ¡Estamos aquí para ayudarte!

Consejos útiles: Para incrementar tus probabilidades de éxito, repite: “Estoy lista para hacer este cambio. ¡Estoy lista!”

 

Explorar como De Las Mías puede ayudarte ser más saludable y feliz.