¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, Spanish

La salud mental en el tiempo del COVID19

 

 

25 cosas que podemos  hacer para cuidar de  nuestra  salud mental

Estamos en una crisis

La pandemia COVID19 nos está afectando de una manera fatal sin exagerar.  La crisis es real y nuestra comunidad está sufriendo.  Según la Asociación Americana de Psiquiatría, la comunidad hispana/latinx está en alto riesgo de problemas físicos,  mentales  y financieros debido a la pandemia COVID-19.  Un nuevo informe de esta asociación de respetados especialistas de la salud mental afirma que en algunas áreas del país como Nueva York, Oregón y Utah, los latinos se infectan con COVID a una frecuencia mucho más alta que los blancos.   Por ejemplo, es mucho más probable que tengamos que ir al hospital por causa del COVID y tenemos una probabilidad mucho más alta de morir de la enfermedad, comparado a nuestros hermanos y hermanas anglosajones.

No es tu culpa

Hay razones muy tristes por las cuales estamos sufriendo tanto por esta crisis, peron no nos vamos a culpar a nosotras mismas por esta terrible tragedia. Pero hay que tener fe que hay varias cosas que podemos hacer para no convertirnos en víctimas de COVID19 y sus consecuencias.

Como latina, sabemos que las mujeres somos las meras meras fregonas en nuestras familias. Que tenemos el poder de convencer a nuestras familas y amistades que se cuiden a sí mismos.

Aquí hay 25 cosas  que podemos  hacer para cuidar de  nosotras mismas. Estos pasos nos pueden ayudar a sobrevivir algunos de los problemas de salud mental ocasionados por COVID19.

  1. Manténte en contacto con tus amigas, comadres y familiares a través del teléfono, WhatsApp u otra tecnología.
  2. Comunícate con las iglesias comunitarias y centros comunitarios para obtener otras fuentes de información y apoyo.
  3. Come saludable.
  4. Bebe mucha agua.
  5. Duerme bien si puedes.
  6. Si crees en la oración, ora. ¿Recuerdas el rosario de tu abuela?
  7. Medita. Práctica la relajación profunda Si no sabes cómo, aprende.
  8. Sal a caminar a pie todos los días.
  9. Ayuda a otras personas pero sin arriesgar tu salud.
  10. Acepta alimentos gratis si hay este servicio en tu comunidad.
  11. Dona alimentos si puedes. (Algunos barrios tienen sus propias despensas de comida gratis.)
  12. Si tienes una enfermedad crónica como diabetes, alta presión u otra condición no, dejes de recibir atención médica.
  13. Escucha música.
  14. Sal a la naturaleza. Escucha a los pájaros.
  15. Comparte tu historia de valentía, bondad y cuenta como saliste adelante.  Esto inspira confianza en los demás.
  16. Conéctate a tus tradiciones culturales, como hacer nichos o pequeños santuarios,  hacer limpias, prender veladoras (pero de forma segura)
  17. Haz tus comidas favoritas de tu cultura. Un buen pozole o caldillo  siempre levanta el ánimo.
  18. Si no puedes trabajar, llama para obtener información sobre los beneficios de desempleo. Algunas reglas han cambiado.
  19. Usa líneas directas – hotlines – para obtener ayuda o consejaría si sientes que has perdido la esperanza.
  20. Sigue los consejos de la sana distancia. Mantén 6 pies de distancia  entre tu y las otras personas.
  21. Si no puedes estar a 6 pies de distancia, usa una máscara que cubra tu nariz y boca.
  22. Por amor, usa la máscara cuando estés dentro de la casa con personas que no viven contigo.
  23. No veas tanto las noticias. Date una pausa.
  24. Ten cuidado de que no estás creyendo información falsa. Confía en los Centros para el Control de Enfermedades de los EEUU para obtener información sobre COVID19.
  25. No te des por vencida. La ayuda está en camino.

La mayoría de estas sugerencias son  de la Asociación Americana de Psiquiatría,pero añadimos algunas de las nuestras también.

¡Venceremos!

¿Qué te gustaría compartir con otras mujeres que están estresadas o preocupadas?

Comparte tu historia para consolar a otras…

 

 

 

Source:  Corona Virus, Mental Health and Hispanics in the United States – American Psychiatric Association – This resource was prepared by the APA’s Council on Minority Mental Health and Health Disparities and the Division of Diversity and Health Equity. It was authored by Emily Paulsen and reviewed by Vabren Watts, Ph.D and Eric Yarbrough, M.D.

¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, Spanish

El Auto Cuidado en el Tiempo de la COVID

El Auto Cuidado y el Aumento de Peso

¿Has estado aumentando de peso?

El otro día recibí un mensaje de una de nuestras comadres por Facebook que me dijo, “¡Ayúdame!  He subido un montón de peso y estoy desesperada.  ¡No me soporto en el espejo! ¿Qué voy a hacer? ”

Era un suplico cómo de la historieta de la Doctora Corazón de antaño. ¡Ayúdame, Doctora Corazón!

Nada más que la Doctora Corazón se dedicaba a reparar corazones rotos. Pero, palabra — ¡que la COVID nos está rompiendo el corazón!

El tiempo de la crisis de la COVID va a ser unas de las épocas más duras por las cuales vamos a pasar. Esta enfermedad está destruyendo a las vidas de miles de nuestros hermanos y hermanas indígenas, latinas y negras.

¡Les enviamos el pésame a nuestros hermanos y hermanas en Texas!  ¡La Florida! ¡Arizona! ¡Igual que a nuestros hermanos y hermanas navajo!

Impacto fatal

Desafortunadamente, el impacto de la COVID en nuestras comunidades de color tiene mucho que ver con las injusticias que existen en nuestra sociedad. Esta pandemia es una crisis de salud pública, pero el racismo también es una crisis de salud pública y las dos cosas se han cruzado en una manera fatal.

El racismo y la desigualdad en el campo de la salud se ha vuelto en una pesadilla de proporciones gigantescas. El movimiento de Black Lives Matter estalló y llevaron la causa por la justicia a las calles y a nuestras pantallas. Llegamos al punto de explotar.

Estos son tiempos difíciles y angustiosos.  Muchas de nosotras nos estamos consolando con comer más, lo cual es completamente comprensible.  Pero estamos consumiendo fritangas, chatarra y chicharrones, como si nuestra vida dependiera de ello.  Como si no tuviéramos otra opción.

¿Y quién te culpa?   ¿Qué no estás cuidando a un montón de gente en este momento, Super-Mujer?  ¡Apuesto a que sí!  Apuesto que estás trabajando fuera de tu casa y por dentro también, cuidando a toda tu familia, hijos, marido, mamá, etc., y para el colmo ni siquiera has podido ir a cortarte ni pintarte el pelo, ni a hacerte el manicure.

Hablo por experiencia. ¡Deberías ver mi pelo Estilo Covid! ¡Dios me salve, María!  Y tú sabes tan bien como yo que no me veo “distinguida” con este Look.  ¿Para qué hacernos las tontas? Te juro que ¡parezco que tengo 69 años!   (¡Ay, dios! ¡Espera!  Los acabo de cumplir.)

Pero aquí está la cosa, ¡Amiga!   Ya lo he dicho antes y lo diré otra vez, porque a mi edad se llega a repetir uno: ¡Los chicharrones son muy traicioneros!  Se vuelven en contra de ti como un mal novio. No importa lo símpáticos que se vean al lado de tu Michelada, no son tus amigos.  De vez en cuando, como en la posboda de tu primo, está bien botanear con unos cuantos chicharrones.  ¡Qué ricos! ¡Aviéntate! Pero entrar en el hábito de comer chicharrones y comida chatarra así no más porque sí, no es recomendable.

¡Seamos francas! ¿Estás renunciando a la dieta?

(Quiero que la respuesta sea, que “sí”.)

No hay mal que por bien no venga

Durante tiempos difíciles como estos, a veces suceden cosas buenas. Como dice el dicho, “no hay mal que por bien no venga”. El cambio puede ocurrir.  Así que tal vez las mujeres finalmente dejaremos de ponernos “en dieta”.  Tal vez mujeres como tú y yo, viejas y jóvenes, abuelas, tías, hijas, comadres, hermanas y madrinas diremos, “Ya basta con las mentadas dietas,” y empecemos a cuidar de nosotras mismas verdaderamente.

Últimamente, en De Las Mías hemos estado publicando contenido sobre el autocuidado. Sabemos lo estresantes que son estos tiempos y cuántas responsabilidades tenemos las mujeres.

Las latinas somos el centro de nuestras familias. Somos el sol del sistema solar que llamamos familia. ¡No hay que negar esto, porque es la verdad!

¡Sabes muy bien que estás trabajando a tiempo completo, cuidando a tu mamá, y a tus hijos, que tu viejo no se deja que lo controles…que tu sobrino está abandonando la escuela secundaria, y que temes por su vida.  Sabes que estas “verdades son evidentes”.

Pero ¿qué si en medio de este DESMADRE por el cual estamos pasando, hay un amanecer de una nueva época?  (Y no me refiero a la nueva Epoca del Acquario.) ¿Qué pasa si el amanecer de esta nueva época las latinas realmente nos dedicamos a cuidarnos bien?  ¿Qué pasa si el significado de “cuidarse bien” quiere decir más que comprar ropa bonita, salir a la hora feliz con nuestras amigas, o ir a que nos peinen en el salón de belleza?

Mi esperanza para ti y para mi

Mi esperanza es que el autocuidado para ti y para mí signifique el cuidar de nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestros espíritus, incluso comer alimentos deliciosos y saludables, que podamos celebrar con muchas ganas, pero a su medida, que nos y guste verdaderamente el mover nuestros cuerpos, sentir alegría en lugar de un sentido de deber al hacer “ejercicio”. Que volvamos a bailar porque queremos gozar, pasear en bici cómo cuando éramos chicas o salir a caminar por la naturaleza con nuestras familias.

Crisis y oportunidad

¿Qué pasaría si las que sobrevivimos esta pandemia, encontraríamos una oportunidad?  ¿Qué si esta dolorosa época nos despertara a llegar a ser verdaderamente fuertes, saludables, y, sí, FREGONAS por no decir CHINGONAS?   ¿Qué les parece si desarrollamos los ovarios y la confianza para exigir que nos paguen lo que valemos? ¿Y qué pasaría si dejamos de creer lo que el mercado de consumo masivo nos dice sobre quiénes somos, cómo deberíamos portarnos y cuánto deberíamos pesar? ¿Qué si reclamamos nuestro valor, tanto como nuestra salud?

Vamos a mandar a las dietas a la fregada y vamos a reclamar nuestro poder de ser fuertes y saludables, y PODEROSAS.  A decir la verdad cuando declaramos que, “Somos fuertes.  Somos sanas. Somos latinas. “

¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, Spanish

El estrés, el aguante y los remedios

 

Nosotras las Latinas venimos de una tradición indo-hispánica muy rica y diversa. Primeramente incluye el meztisaje y sus choques culturales, pero también su sabiduría y su magia espiritual. Claro que hubo y sigue habiendo adversidad, pero con esta adversidad también viene el conocimiento y el poder. Cargamos con este paquete heredado de nuestras abuelas, tías y madres. Lo traemos en la sangre y en el alma. Se lo pasamos a la siguiente generación en el ADN, y a través de nuestras tradiciones, memorias, historias, cuentos y prácticas.

Es poderoso aprender más sobre los efectos negativos del estrés en nuestras vidas e informarnos sobre la ciencia del estrés crónico. Al aprender sobre como nos puede afectar la salud, también podemos recordar la sabiduría de nuestras abuelas y bisabuelas y cómo ellas  sobrevivieron y salieron adelante a pesar de lo que sufrieron. Por que, Amiga, las Latinas sabemos sufrir. 

Dos conceptos se me vienen a la mente cuando digo la palabra – sufrir... Uno es el aguante y el otro son los remedios.

Aguantar es una de esas palabras que tiene mucho más sentido en español que en inglés. En inglés significa “tolerar”, “soportar”. Pero por generaciones, las latinas hemos estado condicionadas no solo a tolerar, pero a sufrur en silencio. La tolerancia al estilo “Calladita me veo más bonita”. Aguantar va de la mano con el silencio, y con el sacrificarse por los demás. Tú lo has visto en tus tías y abuelas, en tu mamá, esa dignidad estoica que surge del sufrimiento.

Me encantó asistir a la Conferencia #WeAllGrow Latina el año pasado y ver manadas de latinas jóvenes pasar con los letreros que anunciaban “Calladitas No More!” Algunas incluso tomándose selfies con el manifesto: “¡No más Calladitas!”

Las latinas estamos aprendiendo, creciendo y recuperando nuestra salud, nuestro poder y nuestra alegría. Como siempre — y como buenas latinas — hacemos esto, no solo para nosotras, sino también para nuestras familias. Ésta es una muy buena tradición latina que prometemos heredarle a las siguientes generaciones.

Así que el aguante, ese tan típico, de la latina tradicional ya va cambiando poco a poco, y eso me parece bien.  Tiene uno que saber aguantar, pero también tener un HASTA AQUI. (Esto lo dejamos para otra charla.) Pero el otro concepto que se me viene a la mente al explorar este lazo multi-generacional del aguante, es la tradición de los remedios.

Una tradicion tan poderosa como el aguante es la magia y el poder de nuestros remedios tradicionales.

Los remedios traen consigo la magia de la curación, de los milagros, de la fe y la esperanza. Todas traemos esos remedios en nuestro costal.  A recordarlos ahora mismo y a ponerlos en practica. Emprendí una búsqueda de remedios entre las mias, y aquí les comparto algunos de los que encontré en nuestra cajita de herramientas:

1. El Santuario. 

Generalmente asociamos la palabra santuario con una iglesia, como el Santuario de Chimayó en el bello norte de Nuevo México, pero también puedes hacer tu propio pequeño santuario en tu casa o en tu jardín. Aduéñate de un rinconcito en algún lugar de tu casa o jardín. Cuando hagas este lugar especial sagrado, puedes utilizarlo como un altar intencional para ayudarte a manejar el estrés. Tu recámara puede funcionar bien como santuario porque generalmente es el lugar más privado de una casa.

  •      Empieza por nombrarlo como un lugar especial al que puedes ir para tener un momento de tranquilidad. (¿A poco tu abuelita no tenía un altarcito en un rincón?)
  •      Coloca algunos objetos que tengan algún significado para ti. Una foto de tu papa si te inspira fortaleza o una de tu mamá si ésta te inspira fe.
  •      Pon una foto o un bultito de tu santito favorito, o de la Virgencita de Guadalupe, un rosario, o lo que sea que tenga un valor sagrado o un recuerdo positivo.
  •      Escoge una vela que sólo vas a prender cuando estés en el cuarto y colócala en una base segura, que no se queme (¡ya van dos veces que casi quemo la casa!)
  •      Pon unas flores. Un recipiente con agua bendita o un recipiente con agua que hayas bendecido tú.
  •      Pasa un rato en tu santuario todos los días o reconócelo cada vez que pases por dónde está.

Usa este lugar sagrado para liberarte de tu estrés, preocupación o miedo. Practica este remedio y verás que poco a poco irás encontrando un refugio mágico en este rinconcito.

2. Santuario de Visualización Creativa

Otra práctica de santuario que es muy linda y me ha dado mucho consuelo en tiempos difíciles es hacer un ejercicio de relajación profunda y agregarle una visualización creativa. Imagina un lugar especial dentro de tu mente al que puedes ir a sentirte tranquila y en paz. ¿Se te viene a la mente un jardín hermoso? ¿O un lugar especial para ir a ver el atardecer? Tal vez diste un paseo largo por la playa un día y te sentiste relajada y en paz. Tómate unos minutos y crea ese santuario especial en tu mente. Siente paz y refugio ahí y regresa cuando quieras.

3. Un Tecito.   

Las latinas tenemos una larga tradición de tomar tecitos. El té de manzanilla es el más común. ¡Hasta se lo damos a los bebés cuando tienen cólico, o para que se relajen! Tómate un descanso, hazte un tecito, siéntate y tómatelo. Mientras te lo tomas, trata de relajarte y “letigo”.

El té de tila es famoso por ser un té relajante, pero no lo tomes si estás embarazada o tienes algún problema del corazón. Si tienes cualquier condición crónica, siempre es bueno preguntarle a tu doctor si puedes tomar té de tila.

Otro de los favoritos es el té de azar. El té de azar era un clásico que se les daba a las jovencitas cuando se ponían nerviosas antes del gran baile. La vida es un gran baile comadres, así es que hay que fortalecerse.

Cualquier té de hierbas funciona. Hay muy buenos tés en los EE. UU. como el Sleepy Time, que funciona muy bien.

4. La Limpia. 

La limpia tiene diferentes significados para diferentes personas. La mayoría estaría de acuerdo con que una limpia es una depuración. Sería bueno que le preguntaras a tus abuelas o madrinas qué usan ellas para hacer una limpia, o si han hecho alguna en su vida. No todas las latinas practican esta tradición, pero la limpia básica que yo hago es simplemente comprar una buena salvia y quemarla un poco en un recipiente de metal o de cerámica. Es bueno ofrendarla a los cuatro vientos; ponte de cara a cada dirección y deja que el humo pase por arriba de tu cabeza. Después de difuminarla, puedes poner unas cuantas gotas de limón en un vaso con agua y rociar el ambiente con un atomizador. Este es un ritual muy sencillo que te puede relajar después de una discusión o después de que se vaya de tu casa una visita desagradable, o si sientes tensión o nervios a entrar a tu casa y quieres “limpiar el aire”. La cualidad que quieres tratar de lograr es intencionalmente dejar ir la tensión, el estrés y las malas vibras.

5. La veladora.    

Amamos las veladoras, pero tenemos que tener cuidado. ¿Les conté que casi quemo la casa en dos ocasiones? ¡Así es que sobre aviso no hay engaño, comadres! Venden unas veladoras muy lindas. “Te prendo una veladora” siempre significa que prenderás una vela para que se te cumpla un deseo. Así es que utiliza tus veladoras sabiamente. Yo ahora prendo la mía en la chimenea para que no haya falla y el único fuego que arda sea el de mi corazón. Nos encantan las veladoras clásicas de la Virgen de Guadalupe.

6. El Bubble Bath  

Soy latina y ahora abuela, así que les puedo decir que ésta vino de una viejita. ¡Me encanta tomarme un buen bubble bath! ¡Tómense un tiempito para ustedes, comadres! Cómprense unas ricas burbujas, pongan música relajante, un letrero de no molestar en la puerta del baño y ¡relájense! Este remedio es buenísimo para los dolores de espalda o si tiene los pies adoloridos de estar paradas todo el día en el trabajo.

¿Cuáles son algunos de los remedios que han probado y les han funcionado? ¡A compartir!

¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, Spanish

El estrés y el cortisol: ¿Qué tienen que ver?

 

El estrés es la reacción de tu cuerpo al cambio. Esa es la definición más sencilla. Todo cambio es estresante. Cualquier cambio que requiera o cause que tu cuerpo o mente reaccione, es estrés. Todos padecemos del estrés. Podemos experimentar estrés por cualquier cambio en nuestra vida cotidiana, en nuestro ambiente, en nuestros cuerpos, pensamientos y sentimientos. Se podría decir que el estrés es inevitable. Los cambios buenos causan estrés y los cambios tristes y trágicos también lo causan.

Aunque el estrés es una parte normal de la vida, es importante entender los diferentes tipos y niveles del estrés.

Estar expuesta a periodos largos de estrés puede hacerle daño a tu bien estar, a tu salud, e incluso a tu habilidad de lograr o mantener un peso saludable.

Existen nuevos estudios sobre el estrés crónico. Los científicos le han empezado a nombrar “estrés tóxico”. El Dr. Thornburg, director del Moore Institute de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón dice lo siguiente sobre el estrés tóxico: “El estrés tóxico, también conocido como estrés crónico, es el estar expuesto con frecuencia y por periodos prolongados a la adversidad. Esto puede ser en forma de abuso, negligencia, la exposición a la violencia o a excesivos problemas económicos.”

El Dr. Thornburg explica que cualquier tipo de estrés causa que se libere una cantidad de hormonas directamente al torrente sanguíneo. A corto plazo estas hormonas ayudan a que la persona enfrente una amenaza. Una de las hormonas que le ayuda a la persona a enfrentarse a la amenaza del estrés es el cortisol. Sin embargo, continúa explicando, que cuando una persona padece de estrés por largos periodos, el cuerpo produce demasiado cortisol y lo produce por mayor tiempo. Lo ilustra diciendo que es como que el “botón de alarma del cuerpo se atora en ‘encendido’.”

Otros estudios confirman que cuando los niveles de cortisol se mantienen altos durante el día, le cuesta al cuerpo adaptarse. Esta liberación prolongada de cortisol en el cuerpo está ligada a la acumulación de peso en la parte media del cuerpo, mejor conocida como “las lonjitas”. El tener ese peso extra en la parte media del cuerpo nos pone más en riesgo de desarrollar condiciones crónicas, como la diabetes y problemas cardíacos. Otra reacción que puede causar el cortisol es un aumento en el apetito y los antojos. No es un mito que el estrés te puede causar que quieras más Cheetos, papitas y chicharrones (¡es muy real!).

¡Esas son las malas noticias, Comadres! Pero las buenas son que, entre mejor manejemos el estrés, más probabilidades tendremos de protegernos de sus efectos negativos.

Como todo en la vida, el primer paso para solucionar el problema o lograr un cambio positivo es concientizarse.  El segundo paso es elaborar un plan para sobre llevarlo.

Les compartimos unos tips básicos para su plan de manejar el estrés.  Estos se pueden practicar poco a poco hasta que llegar a practicarlo todos los días:

  1. Aprende a reconocer las señales del estrés. Ponte atención. Pregúntate:  ¿Han habido muchos cambios en mi vida últimamente? ¿Me siento de mal humor, enojada o nerviosa? ¿Siento tensión en los músculos? ¿Estoy rechinando los dientes mientras duermo?
  2. ¿Estás comiendo por razones emocionales? ¿Tienes hambre física o emocional?
  3. Si has contestado que sí a estas preguntas, sigue esta práctica: Come bien. Come más verduras, proteína magra y granos enteros. Checa el artículo –  ‘A comer bien en 9 pasos’ .  Sigue este plan y te estarás cuidando bien.
  4. ¿Tienes antojo de comidas saladas, crujientes, grasosas o azucaradas?  Hazte un favor y saca esa comida de tu casa, escritorio, carro y/o debajo de tu colchón.
  5. Lleva un diario de comida o utiliza una de nuestras herramientas de la app de De Las Mías para llevar un récord de tu comida y tu estado de ánimo. Identifica patrones. ¿Comes más comida chatarra cuando estás estresada?
  6. Busca apoyo. Platica con tus comadres, amigas, hermanas o mamá para solucionar el problema.
  7. Haz un plan: escríbelo: si pasa esto… haré esto….  Si estás luchando contra un problema crónico, ayuda mucho estar preparada.
  8. ¡Mueve tu cuerpo, Muchacha! Ve a caminar. Baila como si no hubiera mañana. Haz el amor.
  9. Dormir es súper importante. ¡Échate un coyote!  Si no estás durmiendo bien, encuentra la clave para lograrlo. Busca ayuda profesional si la necesitas.
  10. Lleva un diario o escribe lo que sientes. Algunas personas sienten un gran alivio cuando llevan un diario. (Como cuando eras niña, ¿te acuerdas?) ¿Y qué tal si haces una caja de preocupaciones? ¡Yo tengo una! Si estoy preocupada por algo y no puedo soltar la preocupación, la escribo en un papelito y la meto en mi caja de preocupaciones. Es más fácil para mí dejarlas ir de esa forma. ¡Inténtalo!
  11. Aprende a practicar la relajación profunda. El respirar profundamente, el yoga, los estiramientos, rezar el Rosario, tejer, bordar, cualquier cosa que sabes hacer y que te genera paz.

Y por favor, Comadre, si te sientes desamparada o sin esperanza, y te sientes drenada, o has estado llorando o teniendo pensamientos tristes por más de dos semanas, busca ayuda profesional. Ve con tu comadre, un sacerdote, un pastor o una monja. Pide ayuda a una consejera, trabajadora social, doctora o enfermera. Dile a alguien, pero por favor, no sufras en silencio. Si en algún momento piensas en hacerte daño o a los demás, llama al 1-800-628-9454.

Fuentes:

Thornburg. https://www.ohsu.edu/xd/education/schools/school-of-medicine/departments/the-moore-institute/about/message-from-director.cfm

Torres. Nowson. Relationship between stress, eating behavior, and obesity. Nutrition. 2007 Nov-Dec;23(11-12):887-94. Epub

Harding, et al. Psychosocial stress is positively associated with body mass index gain over 5 years: evidence from the longitudinal AusDiab study.Obesity (Silver Spring). 2014 Jan;22(1):277-86. doi: 10.1002/oby.20423. Epub 2013 Jun 13.

https://www.nimh.nih.gov/health/publications/stress/index.shtml

Epel ES, et al. Stress and body shape: stress-induced cortisol secretion is consistently greater among women with central fat. Psychosom Med 2000 Sep-Oct;62(5):623-32.

¡Hola, Sabrosa!, Edición No. 5: Stress, English, Healthy Body, Healthy Comadres, Healthy Family

Stress Management and Traditional Latina Remedios

 

Stress Management Latina Style 

We come from a rich Indo-Hispano tradition of adversity, cultural clashes, magical spirituality and wisdom. We carry this mixed bag passed down by our grandmothers, madrinas, tías and mothers. It’s in our blood and in our soul. We hand it down to the next generation through our DNA, our traditions, memories, stories and practices.  But did you ever think of these remedios as stress management tools?

As we take a deeper dive into the negative effects of stress in our lives, and we become more immersed in the science of chronic stress and its effects on our health, we can also dig deep into how our abuelas and great-grandmothers endured and thrived in spite of their adversity. They may not have been calling it that, but those tips, tricks and yes, even brujerías, were the original stress management tools!

Two concepts come to mind when thinking of stress management in Latino cultures. One is Aguantar and the other is Remedios. One is better than the other.

 Aguantar is one of those words that has much more meaning in Spanish than in English. In English it means to put up with, to endure. But for generations, we Latinas have been conditioned to not just endure, but to be silent about it. That “Calladita me veo más bonita” type of endurance. Aguantar goes with silence and that goes hand in hand with “sucking it up” for the sake of others. You’ve seen it in your mothers, tías and abuelas, that stoic dignity that comes from suffering – from grinning and bearing it.

I loved attending the #WeAllGrow Latina Summit last year and seeing droves of young Latinas pass by ¡Calladitas No More! banners, some even taking selfies by this 3-word manifesto: Silent No More!

Latinas are learning and growing and taking back our health, our power and our joy. As always, and like good Latinas, we do this not just for ourselves, but also for our familias. And that is a very good Latina tradition that we vow to pass down.

The other concept that comes to mind as we explore this multigenerational link of Aguantar el Estrés, is the concept of Remedios.

All things have a dark and light side and to me, the light side of Aguantar is the magic and power of our Remedios. The Remedy!

Remedios carries with them the magic of healing, of miracles, of hopeful expectancy. I went on a Búsqueda of Remedios that can help with stress management and here are a few that I found in my own Remedios Tool Box: 

1. El Santuario. The Sanctuary.

You may associate the word sanctuary with a church, such as El Sanctuario de Chimayó in beautiful Northern New Mexico, but you can make your own little sanctuario in your home or garden. Claim a little corner somewhere in your home or garden.  When you make this special sacred place, you can use it as an intentional remedio to help you cope with stress. Your bedroom works well for a sanctuario because often, it is the most private place in a home.

  • Start by claiming it as a special place where you can go for a quiet moment.
  • Place a few objects there that have meaning for you. A picture of your dad if that inspires strength, or a picture of your mom, if she inspires faith.
  • Place a picture or statue of your favorite Santito, or Our Lady of Guadalupe, a rosary, or whatever holds sacred value or a positive memory.  
  • Choose a candle that you will light only when you are in the room and place it securely on a flame proof base. (Twice, I almost burned the house down.)
  • Add some flowers. A bowl of holy water, or a bowl of water that you have blessed yourself.
  • Spend a few minutes with your sanctuario every day or acknowledge it when you pass by.

Use this sacred space to let go of your stress, worry and fear. Practice this and little by little you might find some magical refuge.

2. Sanctuary Creative Visualization

Another sanctuary practice that is lovely and has given me comfort in hard times is to do a deep relaxation exercise and add a creative visualization. Imagine a special place in your mind’s eye where you can go to feel comfort and peace. Does a beautiful garden come to mind? Or a special place to go for a sunset? Perhaps you went for a long walk on a beach one day and you felt relaxed and at peace. Take a few minutes and create this special sanctuary in your mind.  Feel peace and refuge there and go back anytime you want.

3. Un Tecito. A little cup of tea.   

Latinas have a long tradition of drinking their tecitos. Té de manzanilla – Chamomile tea is the most common. We even give it to babies to relax! Take a break, brew some tea, sit down and drink it in. As you sip your tea, try to relax and “letigo.”  

Té de tila – Linden tea is popular as a relaxation tea, but you shouldn’t drink it if you are pregnant or have heart disease. If you have any kind of chronic condition, it is always a good idea to ask your doctor if you should drink té de tila.  

Another favorite is té de azar – which is orange blossom tea. Té de azar was the classic tea given to young ladies when they were nervous before the big dance. Life is a big dance, sometimes, Comadres, so fortify yourselves.

Any kind of herbal tea will do. There are some great teas, like Sleepy Time, that will do the trick

3. La Limpia. The Cleanse.

Limpia has different meanings to different folks. Most would agree that a limpia is a cleanse. You might want to ask your abuelas and madrinas what they have used to do a limpia, or if they ever did one at all. Not all Latinas practice this tradition, but the basic limpia that I do is simply get some good sage and burn a little in a metal or ceramic bowl. It’s nice to offer it to the four directions, face each direction and let the smoke go over your head. After you smudge, you could put a few lemon drops in a cup of water in spray bottle and spray the room. This is a simple ritual that could help you feel more relaxed after an argument, after a guest leaves your house if she or he stressed you out, or you feel tension or unpleasantness in the room and you want to “clear the air.”  The important quality to try to achieve is to intentionally let go of tension, stress, and malas vibras.

4. La veladora. The blessed votive.    

We love our candles, but we have to be careful. Did I tell you I have almost burned down the house twice?! So fair warning, comadres! But there are some wonderful veladoras out there. Te prendo una veladora always means I will light a candle to help make your wish come true. So use your veladoras, wisely. I burn mine in the fireplace now, so there is no chance that I will cause a fire except the one that is burning in my passionate heart. We love the classic Virgen de Guadalupe votives.

5. El Bubble Bath.  

I’m a Latina and I am a grandmother now, so you can say this one came from an old abuela. I love a good bubble bath. Just take some “me” time, ¡Comadres! Get some bubbles, put on some relaxing music, a do not disturb sign on the bathroom door and chill out! This remedio works wonders if your back aches or you have tired feet from standing all day at work.

 

What are some of your tried and tested remedios? What customs from your culture do you bring to your own stress management?

¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, English, Healthy Body, Healthy Comadres

Deep Relaxation: How to Be a Healthy y Calmada Super Mujer

The Health Benefits of Deep Relaxation

When we are stressed out, and especially when we have been stressed or worried for a long time, it is important to take care of ourselves and learn ways to cope, such as practicing deep relaxation.  The goal is to keep stress from turning into a health problem. If you read Stress and Cortisol, you now know that there is scientific evidence that the long term effects of cortisol can cause health problems, not to mention las lonjitas (those pesky rolls around the middle). It turns out that getting thick around our middles, developing the lonjita syndrome, is not just a cosmetic problem. There is a link between lonjitas and developing chronic conditions like obesity, prediabetes, diabetes, heart disease and high blood pressure.  

Scientists are starting to refer to chronic stress as toxic stress. There is mounting evidence that deep relaxation can help us counter toxic stress and prevent some diseases.

So as time goes by, we will provide you with updated information, tips and tricks on how to counter the negative effects of chronic stress.  

Traditional Forms of Deep Relaxation

Deep relaxation has been around for centuries. Your abuelita probably practiced deep relaxation without knowing it when she prayed the rosary every night before she fell asleep. Praying the rosary has been a Latina ritual for centuries, and now we are starting to find out, that besides feeling closer to the Blessed Mother, Latinas were finding a way, through repetitive prayer, to “letigo.” Letting go is one of the healthiest things you can do if you are under a lot of stress, and there are many ways to do this. Praying the rosary is just one of them.

As our country becomes more culturally diverse, we see men holding prayer beads, and others wearing mala beads around their wrists. In Greece they have worry beads. My friend Julie has some purple amethyst beads to die for! I have an old strand of mala beads that I wear around my left wrist when I am particularly stressed out. For me, they remind me to take deep breaths throughout the day and stop and smell the roses. I also use them to repeat the serenity prayer or if I’m in really dire straits, a bunch of Hail Marys.

Repetitive prayer, like the Hail Mary, the recitation of a mantra, or the Serenity Prayer, helps place you in a relaxed, meditative state. This meditative state is deep relaxation and it helps counter the negative effects of stress.

Some of  us nerviosas, can’t-sit-still types, do the walking meditation technique that we shared a few weeks ago. I have comadres who get a similar benefit from knitting. There are several studies that link knitting to positive health effects, better memory and deep relaxation.

Find your own way of getting into a deep relaxed state at least once a day. There are many good free apps that you can download that will help you meditate, but remember, the goal is the same. Deep relaxation. ¡Namaste, Comadres!

Here is a tried and true technique that I learned many years ago when I worked in a pain management program at the University of Arizona, Southwest Arthritis Center.

  1. Find a quiet place where you will not be disturbed for at least 15 minutes.
  2. Sit in a chair in a comfortable position, or on the floor with your back against the wall.
  3. Take a deep breath. Breathe in through your nose and out through your mouth. Close your eyes and breathe slow deep breaths.
  4. Repeat. Take at least 5 deep breaths and feel your body relax.  
  5. Let go of the tension in your body.
  6. Pay attention to where you feel tense, and go there with your mind and just breathe into it.  
  7. Now start at your feet and pay attention to how they feel. Relax your feet.  Breathe into your feet in your mind’s eye and relax the muscles.
  8. Now go to your calves, breathe, relax, let go of tension in your calves.
  9. Now move up, taking slow deep breaths to your thighs. Relax.
  10. Up to your hips, your waist and chest. Take nice slow breaths and relax.
  11. Keep going up to your neck and move it slightly back and forth in a slow motion until you feel the muscles in your neck relax. Keep up your slow deep breaths.
  12. Now up to your face, your mouth,  your jaw, your nose, eyes and whole head. Tell yourself to let go of all the tension in your body.
  13. Now go back to your back and try to relax your muscles in your back, your buttocks and down the back of your legs, all the way back to your feet.
  14. Take a few more deep breaths.
  15. Stay in this relaxed position for a few more minutes. When you are ready, open your eyes.
  16. Now, slowly get up and go about your day.

There are other ways to go into a deep relaxed state. The Sanctuary Visualization technique is one we shared with you previously in The Vision Map. There are many Creative Visualization techniques that are fun, whimsical and relaxing, but this simple technique is a good place to start.

Do you practice a deep relaxation technique? What works best for you? Share your wisdom with us, Comadres!

I wish you Paz, Comadres. ¡Buena, Suerte!

 

 

Sources:

Benson, Herbert. The Relaxation Response. 2000. Harper Collins

Riley, J., et al. The Benefits of Knitting for Personal and Social Wellbeing in Adulthood. Findings from an International Survey. Journal of Occupational Therapy. February 15, 2013. https://doi.org/10.4276/030802213X13603244419077

Gawain, Shakti. Creative Visualization: Use the Power of Your Imagination to Create What You Want in Your Life. 2002. Nataraj Publishing.

¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, English, Healthy Body, Healthy Comadres

Stress, and How It Can Affect Your Health and Weight

 

Stress and How it Can Affect Your Health and Weight

Stress can affect your health and your weight. To understand more, let’s review a simple definition. Stress is your body’s reaction to change. All change is stressful. Any kind of change that causes your body or mind to react is stress. All of us have stress. We can experience it from any change in our everyday life. You can’t avoid it. Both happy and sad changes can cause us stress. Long-term stress, or chronic stress, however, can be harmful to your health. It can also make it harder for you to get to a healthy weight.

Scientists are beginning to call chronic or long-term stress, Toxic Stress. Dr. Thornburg, Director of The Moore Institute at  Oregon Health Sciences University has this to say: “Toxic stress, also referred to as chronic stress, is frequent or prolonged exposure to adversity. This can take the form of abuse, neglect, exposure to violence, or extreme economic hardship.”

Cortisol, the Stress Hormone

Dr. Thornburg explains that any type of stress causes a number of hormones to be released directly into the bloodstream. In the short-term these hormones help a person cope in response to a perceived threat. One of those hormones that can help a person cope with stress is cortisol. However, he goes on to explain, when a person experiences chronic stress or long term stress, the body produces too much cortisol and for a longer period of time. He compares it to the “body’s alarm button getting stuck in the ‘on’ position.”

Other studies suggest that when levels of cortisol stay high throughout the day, the body has a hard time adjusting. This long-term release of cortisol is linked to gaining weight around your waist. (Las Lonjitas.)  Having this extra weight around our middles puts us at higher risk for chronic conditions, such as diabetes and heart disease. Studies are finding that cortisol may also cause an increase in appetite and cravings. So, it’s not a myth that stress can cause you to want more Cheetos, papitas y chicharrones. 

Okay, that is the bad news, Comadres! But the good news is that the better you are at coping with stress, the better your chances are at protecting yourself from its negative effects.

The first step in solving a problem is to become aware of it. The second step is to make a plan to tackle it!

Take these steps to cope with stress:

  1. Learn to recognize the warning signs of stress. Pay attention to yourself. Ask yourself: “Have there been lots of changes in my life lately?” Are you feeling moody, angry or irritable? Do your muscles feel tight? Clenching your jaw at night when you sleep?  
  2. Have you noticed that you eat for emotional reasons? Ask yourself if you are physically hungry or emotionally hungry?
  3. Eat a healthy diet. Eat more vegetables, lean protein and whole grains.  Check out the De Las Mías 9 Step Eating Plan. And the Daily Checklist on our App! Check those healthy habits ever day! 
  4. Are you craving salty, crunchy, fatty, or sugary foods? Do yourself a favor and take these foods out of your house, desk, car, and/or mattress.  
  5. Keep a food diary or use one of our De Las Mías tools in the app to track your food and moods. Look for patterns. Does your mood affect your food choices?
  6. Get support. Talk to your comadres, friends, sisters or mom about problem solving.
  7. Make a plan. Ask for help. 
  8. Move your body, Muchacha! Go for a walk. Dance up a storm. Have sex.
  9. Get some shut-eye! Sleep is super important. If you aren’t getting good sleep, figure out how you can. Ask for professional help if you need it.  
  10. Keep a journal and write your feelings down. You can get great relief from keeping a diary just like when you were a little girl. Remember? Get yourself a worry box. I have one! If I am worried about something and the worry won’t go away, I write it down and put it into my worry box. It’s easier for me to let it go that way. Try it!  
  11. Learn to practice deep relaxation. Take deep breaths. Do Yoga. Stretch. Pray the rosary. Knit. Crochet. Embroider. These are all good ways to manage stress.

And, Comadres, please, if you feel helpless or hopeless and all your ganas are gone, or if you have been crying or thinking sad thoughts for more than two weeks, please ask for professional help. Go to your comadre, a priest, a pastor or a nun. Seek the help of a counselor, social worker, doctor or nurse. Tell someone, but please don’t suffer alone.  If you ever think of harming yourself or others, call: 1-800-273-8255. En español: 1-800-628-9454

 

Sources:

Thornburg. https://www.ohsu.edu/xd/education/schools/school-of-medicine/departments/the-moore-institute/about/message-from-director.cfm

Torres. Nowson. Relationship between stress, eating behavior, and obesity. Nutrition. 2007 Nov-Dec;23(11-12):887-94. Epub

Harding, et al. Psychosocial stress is positively associated with body mass index gain over 5 years: evidence from the longitudinal AusDiab study.Obesity (Silver Spring). 2014 Jan;22(1):277-86. doi: 10.1002/oby.20423. Epub 2013 Jun 13.

https://www.nimh.nih.gov/health/publications/stress/index.shtml

Epel ES, et al. Stress and body shape: stress-induced cortisol secretion is consistently greater among women with central fat. Psychosom Med 2000 Sep-Oct;62(5):623-32.

¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, English, Healthy Body

How I Managed the Baby Blues

 

Having a baby is a highly emotional experience with lots of highs and for some of us some significant lows. Some would even say it’s stressful. With all those hormones coursing through your body it can feel like you don’t have much control over your emotions.

Earlier this year my daughter was born. She’s our first child and like so many new moms I thought I knew what to expect. I’d read all the blogs and books, and listened to all kinds of podcasts, but the one thing I wasn’t prepared for was the emotional rollercoaster. And more specifically I didn’t expect to experience baby blues.

From the days immediately following her birth, I experienced big emotional swings, from being enraged to complete apathy. Somos muy chillones en mi familia. And besides I believe you need a good cry every once in a while. But in the weeks after the baby arrived crying became a daily occurance. I was extremely overwhelmed and experienced huge mood swings–I’d go from 0 (normal) to 10 (rage/weeping) in a matter of seconds. In the middle of the night I’d wonder why anyone would ever have a baby and swear I never wanted to have another. When my mom showed up with a pot of albóndigas and I didn’t get excited, I knew something was wrong.


This was not normal for me. However, up to 80% of women get baby blues and as many as 20% suffer from postpartum depression.

My husband described me as going dark. He knew me as this strong, grounded, rational woman who knew how to ride life’s waves. I’m a resilient person. But in those first several weeks after my daughter was born, I didn’t know how to summon that resilience. I didn’t feel like myself.

It was my husband who encouraged me to reach out to my friends and share how I was feeling. He pushed me to call my friends with kids so I could talk to someone who would understand what I was going through. And that helped, but in those moments, in the throws of motherhood I felt completely overwhelmed. It didn’t take him long to suggest that I get some help and talk to a therapist.

I found a certified family counselor who specializes in transition to motherhood. My first session was at 5 weeks postpartum and it was an amazing release. I shared what I was feeling, all the emotions and frustration, the guilt, the complete sense of being overwhelmed. And at the end of the hour, I felt a great weight was lifted.

It wasn’t just talking about my feelings and experience that helped. She gave me concrete and useful information that helped make sense of what was happening. She told me there are three primary drivers of baby blues, and this goes for postpartum depression too (besides the hormonal and chemical changes):

  1. Sleep deprivation
  2. Lack of physical activity
  3. Social isolation

She told me if I could address these drivers, it would significantly help me manage my baby blues.

Sleep deprivation

This is a tough one for most parents. Some parents luck out and get those babies that sleep all the time. For the rest of us, it’s 20 minutes here and there and up every hour and half at night to eat. Generally speaking, we humans need at least 5 hours of uninterrupted sleep to be our optimal selves. And for most new moms that’s not happening. The common advice to sleep when the baby sleeps is great in theory, but in practice I found it nearly impossible. So suffice to say there wasn’t much I was able to do early on about sleep.

Lack of physical activity

I had a c-section so by necessity I couldn’t move much at all. On top of that, I had a newborn and it was cold out and I was super paranoid about germs the first 8 weeks. It wasn’t until two weeks postpartum that the midwives gave me the green light to take the dogs for a two-block walk. Normally we take the dogs for two 30-minute walks a day, so my first postpartum walk around the block was amazing! I didn’t care that it was raining. I was out in the world! And that short outing did wonders for my mood that day.

At six weeks postpartum I got the okay to go back to dance and that was a game changer! I took it easy during my first class back. I didn’t go all out. But that one hour of being in my body made me feel like me again. Slowly but surely we got back into our regular walks and I went to dance whenever I could. I took an awesome postpartum yoga class which taught me how to re-engage my core and strengthen my pelvic floor.

Social isolation

This was the biggest one for me. I’m a very social person. I didn’t realize how isolating having a newborn would be. Many people didn’t know if/when it was okay to reach out or come over. They thought I was too busy or didn’t want company. Nothing could be further from the truth. I needed people around. I needed to check in with friends. I needed to know what was going on outside my house.

I realized I needed to be proactive. I reached out to friends and asked them to join me on walks or meet for coffee. I let them know they wouldn’t be bothering me if they texted or called on a whim.

I also shared with my friends what I had experienced with the baby blues. I let them know I needed their support and what they could do to help.

Now that my daughter is older she’s sleeping up to 6 hours a night, which I never knew I’d be so excited about 5+ hours of sleep! I’m back at dance and starting to feel my strength back, but it’s a journey. I’m not back to my pre-pregnancy self, and that’s okay. I decided to be kind with myself. It might take a year or longer for me to feel as strong, flexible and have the stamina I had before pregnancy. The social isolation is still something I have to work on. We’re the first ones in our circle of friends to have a child and so everyone is still figuring out what that means. And I realized I have to take care of me and speak up about what I need, which means being proactive about getting together with friends.

I hope my experience helps other moms. It’s important we take care of ourselves so we can be the best parents. And it’s also important we be kind with ourselves. I’ve learned to be easier on myself, foster acceptance, be more patient, find the humor and ask for help when I need it.

NOTE: If you’re experiencing what you think might be baby blues or postpartum depression, please speak with your healthcare provider. This blog is simply meant to bring awareness and share what worked for me in my situation. Every situation is different. Please speak with your healthcare provider and they can provide you with resources to help.

 

¡Hola, Guapa!, Edición No. 5: Stress, Spanish

Caminar para relajarte

Malo que yo lo diga pero, nací estresada. Mi sobrenombre, entre familia, es ‘bultodenervios’. También me dicen ‘ansiosa’, ‘alterada’ y a veces hasta ‘pesada’cómo a la Pepa en la película Mujeres al borde de un atque de nervioso.

Nadie nos tiene que decir que la vida es estresante. Para cada solución, hay un problema…el estrés es una aspecto de la vida diaria, parte del tejido de la vida, pero algunas tenemos demasiado y nos puede causar problemas.

El estrés puede causar que no duermas bien, que se te suba la presión de la sangre, y hasta te puede impedir que logres tu peso saludable.

Esta parte, la que te puede impedir que bajes de peso no me la sabía yo hasta que lei un artículo muy interesante sobre la hormona Cortisol.  Todas tenemos esta hormona – el cortisol – pero algunos científicos le llaman la hormona del estrés. Cuando nos estresamos al extremo, producimos más cortisol que lo normal. Y sin darnos cuenta podemos subir de peso o no poder lograr un peso saludable.

Y ya sabemos que cuando andamos bien estresadas, para el colmo de los colmos, nos complacemos con comer más comida chatarra, grasosa o dulce, como chicharrones, pan dulce, cheetos o pulpitas de tamarindo.

Les confieso que durante un ‘perfect storm’ (¡LA TORMENTA PEFECTA!) de estrés me comí una bolsa entera de papitas con chilito y limón.

A esto se le dice comer emocionalmente o como dicen en los Yunaides, ‘Emotional Eating’.  Y el EE se convierte fácilmente en CD – comer demasiado – y asi comienza un círculo vicioso que resulta en aumentar más y más de peso, hasta llegar al punto de ‘self loathing’, el odio a si misma. ¡Cálmense, comadres! ¡Que hay ayuda!

¿Listas?

A enfocarnos en 3 consejos básicos para su cajita de herramientas.

CONSEJO #1

Practica ‘mindfulness’ = poner atención. Un concepto sencillo, realmente. ‘Mindfulness’ quiere decir tomar tu tiempo y ser conciente de lo que estás haciendo… lo que comes, lo que escuchas, lo que compras.

  • Pon toda tu atención en el momento de cada actividad.
  • Concéntrate en cómo te sientes en ese momento.

Comienza poco a poco. Pon atención a como tratas a tu cuerpo. ¿Qué te hace sentirte bien o mal? Pon atención en como te sientes después de comer una comida deliciosa. Pon atención en cómo huele la comida, de qué colore es.  Pon toda tu atención en lo que estás haciendo en cada momento. Practica un poquito más cada día… mañana y pasado mañana también. Pon más atención la semana que entra y sigue tratando cada día de estar más presente en lo que estás haciendo.

CONSEJO #2

Usa tu ‘mindfulness’ para chequear contigo misma sobre tus ‘antojos’. Cuando llegues a casa, después del trabajo, ¿sientes que vienes muerta del hambre? ¿Te sientes ansiosa? ¿Traes ganas de comer algo?  Ahora pon atención a lo que quieres comer y practica:

  • Toma tu tiempo.
  • Pon atención.
  • Hazte esta pregunta:  ¿Tienes hambre física o hambre emocional?

Si tienes hambre y no puedes saber si traes hambre física o emocional, escoge una fruta con una manita de almendras o algo con proteína.  Ahora cómetela y para un momento. Si sigues con hambre, ¿qué te apuesto que tienes hambre emocional? Y lo que necesitas, comadre, es un antojito emocional. Entonces llama a tu comadre, corre un ‘bubble bath’ abraza a tu compañero, o compañera, pon tu música favorita,  o juega con tu perro. Haz el esfuerzo de conocerte a ti misma mejor y establecer si el hambre que traes es por comida o por cariño.

CONSEJO #3

Aprende a meditar. Ya sé lo que estás pensando. Imposible. Soy muy inquieta. ¡Te comprendo! A veces tiemblo como hormiguero al sentarme quieta por 5 minutos.  Pero inténtalo. No cabe duda del valor enorme de la meditación. Hay décadas de investigación sobre los beneficios de la meditación y del ‘deep relaxation’. Si no has aprendido a meditar aquí te va una nueva herramienta…

Esta meditación es especialmente buena para las personas nerviosas inquietas como yo…

#1  Compra zapatos cómodos

No tienes que gastar un dineral ni comprar lo de la última moda. Solo necesitas un par de zapatos que te sostenga bien el pie para caminar. No tienes que elevar tu ‘cardio’,  pero puedes caminar tan rápido como quieras. Yo salgo de la casa como bala tratando de escapar el estrés, pero después de un rato, relajo las manos, calmo cado paso, levanto la cabeza y respiro profundamente. Practico ser conciente de cada paso que tomo y se siente bien padre.

#2  Respira profundamente

Cierra la boca y respira profundamente por la nariz y sopla por la boca. Hazlo tres o cuarto veces.  Cada vez que respiras, siente que estás más calmada. Toma tu tiempo.

#3  Camina

Vete sola o con una comadre o con tu perro.

Consejo Extra: Si tu perro anda igual de nervioso como tu, pues déjalo en casa y llévalo más tarde.

Ahorita, toma cada paso con la meta de dejar el estrés atrás de ti.  Paso por paso.

#4  Practica ‘mindfulness’ = poner atención

  •     Camina con atención.
  •     Concéntrate en como te sientes mientras caminas.
  •     Pon atención cuando tu talón baja y como sigue el resto del pie.
  •     Relaja tus brazos y pon atención a como se mueven por el aire.
  •     Respira.
  •     Pon atención a tu ambiente y las sensaciones que sientes.
  •     Deja que entren los pensamientos y preocupaciones del día, pero respira profundamente y pon atención solamente a tu cuerpo y a cada paso.

Un Tip: Cuando mis pensamientos me están volviendo loca, repito este dicho. “Voy derecho y no me quito”.  Me calmo y sigo caminando. Camino. Camino. Camino.

#5  Camina por 15 minutos

Regálate esto 15 minutos. Hazlo cada día y pon atención. ¿Cómo te sientes? Si con el tiempo quieres oír música, pues hazlo. (A mi me gusta – “Caminando por la calle yo me fui…” de los Gipsy Kings’) Yo te aconsejo que para empezar, camines en silencio por unos 3-5 días.

Camina. Camina. Camina por 15 minutos poniendo atencón. Verás que con esta simple práctica te vas a sentir menos estresada.  ¡Anda! ¡Te lo mereces!

# 6. Al terminar, respira y mira.

¿Cómo te sientes?

Después de unos cuantos días de practica por favor aviéntanos un ‘text’. Nos encantaría saber cómo te fue y con toda la confianza del mundo dinos:

  •     Que te gusto.
  •     Que no te gusto.
  •     Otras ideas en cómo relajarte.

〰️

The De Las Mias app es gratis. Búscala en el Google Play Store.  Síguenos en Facebook y Instagram @delasmiaslife.