¡Hola, Guapa!, Edición No. 4: Reflection, Spanish

¿Podrías tener prediabetes?

  Hoy te estamos haciendo una pregunta difícil, Comadre: ¿podrías tener prediabetes? ¡Toma “la quiz”!

  1. ¿Eres Latina?
  2. ¿Has tenido un bebé que pesó más de 9 libras al nacer?
  3. ¿Tienes un hermano, hermana, mamá o papá con diabetes?
  4. ¿Haces poco o nada de ejercicio?
  5. ¿Tienes de 45 y 65 años de edad?
  6. ¿Tienes sobrepeso?

Si contestaste que sí a 3 o más de estas preguntas debes de ir a tu clínica a que te hagan un examen de sangre. No necesariamente quiere decir que tienes prediabetes, pero debes de chequearte. Para tomar un quiz sobre el riesgo de tener prediabetes de parte del Centro de Prevención de Enfermedades de los EEUU, CDC, ve a este link. Si tienes prediabetes, no te asustes. ¡Antes que nada, agradece que lo hayas averiguado! Tienes la oportunidad de prevenirlo, comadre. Hay estudios muy claros sobre la prevención de la diabetes y las conclusiones son igual de claras. Tu puedes prevenir o dilatar la diabetes. Pregúntate a ti misma: ¿Estoy lista para hacer pequeños cambios por grandes beneficios? Si respondiste, que sí, ¡Bienvenida a De las Mías! Si sigues nuestras recomendaciones, estarás bien en el camino a la buena salud y a la prevención de la diabetes. Habla con tu médico o dietista y muéstrales nuestras recomendaciones, ¡Estamos seguras que estarán de acuerdo! Mi Nana tenía diabetes, mi tía Paqui lo tenía. Mi hermano la tiene y probablemente la mitad de mi familia materna, la tenían y no lo sabían. Esa es una historia común entre los mexicanos americanos, los puertorriqueños y los indigénas de Norteamérica. Así es, pero no tiene que ser así.   Los estudios científicos sobre la diabetes nos dicen que la diabetes se puede prevenir o dilatar. Con decir “dilatar” queremos decir que si te cuidas, no te da diabetes hasta después de lo que te hubiera dado. Ejemplo: Podrías haberla tenido a los 45 pero porque te cuidaste, no te dio hasta los 65.  Eso es como un descuento, Comadre. Tener diabetes es duro. Quieres dilatarlo tanto como sea posible. Pero seamos claras: Si te da diabetes aunque tomaste precauciones, no te culpes, ¿de acuerdo? Sólo intenta vivir lo más saludable posible y se amable contigo misma. Queremos mejorar nuestra salud, claro, pero no buscamos la perfección. . Así, aquí mi historia… Hace 15 años, yo pesaba unas 30 libras más de lo que peso hoy, y era bastante sedentaria, porque mi condición de espalda me impedía salir a caminar. Tenía poca energía y no me sentía muy atractiva. La verdad es que probablemente estaba un poco deprimida. Fui a nuestro médico de cabecera que era alguien de mucha confianza y me mandó a que me hicieran análises de sangre. Cuando volví a la consulta, miró mi archivo y dijo, “bueno, tengo buenas noticias y malas noticias. ¿Qué quieres primero?” Dije, “las malas noticias.” “La mala noticia es que tienes prediabetes.” Me quedé aturdida pero no sorprendida. Ya bien conocía mi propia historia familiar y mis hábitos alimenticios. Sin mencionar el tiempo que pasaba tirada en el sofá. “¿Y cuál es la buena noticia”? Le pregunté. “Tienes prediabetes.” “¿Qué? ¿qué?” Y es entonces cuando me dijo que tenía una oportunidad de oro. “Yo digo oportunidad de oro, porque tu tienes el poder de escoger tu camino.” Si no te hubieran revisado el azúcar en la sangre, no sabrías nada del prediabetes. Así que aquí estás en una encrucijada importante. Me dijo que probablemente sólo por bajar 5%-7% de mi peso, yo podría evitar tener diabetes.  También me recomendó que me fuera lo más activa posible. Le dije lo que había dicho mil veces a mi misma…”Tengo mucho dolor de espalda, no puedo caminar mucho.” “¿Tienes bicicleta?” ¡Mi bici! ¡Mi vieja amigo de mi niñez! ¿Cuánto tiempo había pasado? También me recomendó que tomara una clase de yoga terapéutica para comenzar a poner mi espalda en mejor condición, y que procurara caminar un poquito cada día. “Si no puedes caminar por 30 minutos, camina por 15. Si no puedes por 15, ve por 10. Si no puedes, caminar, paséate en tu bicicleta. Y si no puedes pedalear, ve a nadar. Si no puedes nadar, baila. Haz lo que sea, pero muévete. Mueve tu cuerpo, porque si no lo haces, vas a sufrir mucho cómo mujer mayor.” “Wow, un poco duro,”  pensé con lágrimas en los ojos. Me miró con esos tristes ojos azules y dijo, “Lo siento, Ana, pero, te conozco. Sé que puedes hacer esto.” La verdad no peca pero íncomoda. Le puse atención. La bici que tenía era un vejestorio pero mi marido me ayudó a bajarla de la viga de donde colgaba en el garaje. La limpiamos y le pusimos aire en las llantas. Le comencé a dar vueltas al vecindario, unos minutos cada vez. Llegué a lo suficiente como para saber que necesitaba que comprar una bici más nueva. Me compré una bici marca Raleigh como la que tenía en la Universidad. No me costó mucho y era mucho más ligera que la viejita del garage. Compré una de esas a las que le dicen “hybrid” porque en Santa Fe donde yo vivo hay muchos caminos de tierra. Hasta compré una goma verde – el “green slime” –  “baba verde” para proteger las llantas contra las espinas del desierto… (muy desagradables) ME compré un casco feo y shorts de bici. (Sí, créemelo.) También hice otros cambios. Dejé de comer carbohidratos y azúcares refinados. Dejé de beber sodas. Comencé a comer más frutas y verduras. No me he vuelto loca. ¡Empecé a hacer pequeños cambios, poco a poco y funcionó! A los 2 meses, más o menos, me inscribí en una clase de yoga todos los viernes. Mi maestra tenía 70 años de edad y era una cosa asombrante lo fuerte que era, ¡y lo humilde que me sentía yo frente a ella! Durante un periodo de 6 meses, bajé 24 libras. Regresé a ver a mi médico y a los 9 meses, la prediabetes se me había quitado. Eso fue hace 15 años, y sigo paseándome en mi bici todos los días. También camino 30 minutos cada día. Y cuando no puedo caminar por 30, porque me duele la espalda, camino por 15. Y cuando no puedo caminar por 15, camino por 10. Y si no puedo caminar por 10, bueno, ya sabes el cuento… Tomar el camino a la buena salud es posible, comadres. Y si puedes cambiar una cosa, puedes cambiarlo todo. Fundamos De Las Mías porque queremos que todas seamos sanas y fuertes. ¡Qué nuestras hijas sean fuertes! Que nuestros hijos sean sanos y que nuestros nietas y nietos también sean sanos, activos y fuertes. Es una jornada, Comadre. Pero no tienes que hacerlo sola. ¡Aquí estamos! ¿Estás lista? ¡Acompáñanos! 〰️ The De Las Mias app is free and ready for download in the Google Play Store.  Follow us on Facebook and Instagram @delasmiaslife.

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