¡Hola, Comadres!, ¡Hola, Guapa!, ¡Hola, Madrina!, Spanish

Con la ayuda de nuestras comadres: parte 2

La semana pasada aprendimos que varios estudios han comprobado que los fuertes lazos que tenemos como latinas en nuestras familias, en nuestras amistades y nuestras comunidades nos protegen, y que nos pueden ayudar a lograr cambios saludables. Esta semana, quiero compartir una historia personal y una práctica que espero les parezca útil.

Con el apoyo de mi comadre

Miriam y yo nos hemos ayudado una a la otra a través de muchos cambios de vida   — incluyendo la muerte de su esposo, mi divorcio, sacar adelante a nuestras hijas, desarrollar nuestras carreras, la lucha de prevención contra la diabetes y hasta en el decorado de nuestros hogares. Pero lo mejor de todo ha sido ayudarnos una a la otra a vivir una vida sana y feliz. Cada año, alrededor del primer día del otoño, Miriam y yo nos juntamos y sostenemos la misma plática, con un proceso muy específico. Hacemos una lista sobre los 7 aspectos más importantes de nuestras vidas:   

  • Relaciones personales
  • Aspectos de salud y bienestar
  • Aspectos financieros
  • El ambiente donde vivimos
  • Carrera y trabajo
  • Expresión creativa
  • Cuidado de nuestra paz interior

Recorremos cada una de las 7 áreas de nuestra vida y nos turnamos para hablar sobre cada uno de los aspectos.  Esto lo hacemos sin interrupciones. Sólo escuchamos lo que cada una tiene que decir. No hacemos comentarios hasta el final de la plática. Respondemos a 4 preguntas básicas para cada uno de los 7 aspectos:

  1. ¿Qué ha resultado bien?
  2. ¿Qué no ha resultado tan bien?
  3. ¿Qué nos gustaría cambiar?
  4. ¿Qué tipo de apoyo o ayuda necesitamos una de la otra para lograr el cambio que queremos?

A través de los años, esta plática nos ha ayudado a lograr muchas metas. Hemos mejorado nuestras carreras, mejorado las relaciones con nuestras hijas, tomado mejores decisiones en nuestros negocios y hasta nos hemos convertido en mejores escritoras. Las dos hemos llegado a ser más sanas y felices. (Y no es por nada, pero las dos bajamos cerca de 25 libras de una manera saludable y sin mucho sufrir.) Nuestra plática de cada año es una de las cosas más valiosas y consistentes que hemos hecho con nuestras vidas y han enriquecido nuestra amistad. Ahora ya estamos en nuestros sesentas, y es justo decir que somos personas más satisfechas y felices como resultado de esta simple plática de todos los años. Miriam y yo confiamos una en la otra.  Nos tenemos tal confianza que a veces admitimos que no queremos hacer lo que tenemos que hacer, o bien, que no estamos listas para cambiar. Simplemente con admitir que estamos luchando nos ayuda a derribar barreras. A veces tenemos éxito y a veces no.  Pero siempre somos fieles en ayudarnos una a la otra sin juzgarnos. Sabemos que cada una de nosotras sólo quiere lo mejor para la otra. Tener una comadre, una amiga de apoyo, en nuestras vidas puede ser de gran ayuda para lograr cualquier meta e incluso para lograr una vida saludable y feliz.

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